Al igual que muchos de ustedes, de niño invertí muchas horas de mi vida jugando diversos clásicos como el Monopoly, el Risk o el Cluedo.
Si bien disfrutaba mucho de ellos, la realidad es que solían ser un entretenimiento esporádico y que servía más de relleno que de otra cosa.

Es decir, nunca eran una prioridad cuando buscaba diversión. Y no digo que estos juegos sean malos. Pero, a día de hoy, habiendo conocido los juegos de mesa modernos, los cuales se encuentran llenos de estímulos y novedades, es difícil volver a verlos con los mismos ojos.
¿Qué encontrarás en este artículo?
Cómo escuché por primera vez sobre juegos de mesa modernos
Al ir creciendo, los juegos de mesa fueron quedando en el olvido.
El único acercamiento a ellos lo tenía de vez en cuando a través de algunos juegos de cartas con baraja española. Esos clásicos que todos conocemos.

Para mi fortuna, hace unos años, un gran amigo y su novia comenzaron a adentrarse en el mundo de los juegos de mesa modernos y a comprar sus primeros títulos. Así, juegos como Carcassonne, Pandemic o Aventureros al tren empezaron a llegar a su biblioteca.
Y, obviamente, cada vez que nos juntábamos me contaban sobre su nueva afición e intentaban que yo me uniera a ella.
Y, en resumidas cuentas, así fue.
Mi primer juego de mesa moderno
En una de nuestras juntadas, me propusieron probar una de sus últimas adquisiciones, a lo que accedí sin dudarlo mucho. Se trataba del famoso Carcassonne: un juego que creía haber escuchado alguna vez, pero que no tenía idea de qué iba.

Y allí estaba, robando piezas y colocándolas en una mesa. Tratando de crear caminos, ciudades, monasterios y granjas, sin saber que ese sería el principio de un largo camino.
Si bien no recuerdo el resultado de la partida, recuerdo que me dejó muy buenas sensaciones y la curiosidad suficiente para seguir explorando otros horizontes.
Y debo decir que mis amigos fueron unos visionarios.
Es que, hoy en día, habiendo conocido unos cuantos títulos, puedo decir que el Carcassonne se trata de uno de los mejores juegos de introducción. Combina sencillez y complejidad para que el primer acercamiento se convierta en un reto sin llegar a ser abrumador.
Además, deja ganas de seguir conociendo el mundo de los juegos de mesa. O, al menos, eso fue lo que me pasó a mí.
A partir de ese momento, comencé a explorar títulos cada vez más ambiciosos, complejos y divertidos.
Fue un camino de ida.
Cómo siguió mi camino por los juegos de mesa
Desde ese día, la gran mayoría de las reuniones con estos amigos estuvieron envueltas en partidas de juegos de mesa.
Jugábamos de todo un poco. Desde títulos familiares y para pasar el rato, como Colt Express, a juegos más pesados y estratégicos, como el gran Puerto Rico.

Y es que esa es una de las mayores virtudes de los juegos de mesa modernos: existe una variabilidad enorme y siempre es posible encontrar el título adecuado para cada momento.
¿Estás en una reunión con varios amigos? Saca un buen party game y todos quedarán fascinados, ayudando incluso a romper el hielo y a generar confianza.
¿Tienes un momento antes de salir? Prueba con un filler, cuya partida finalizará en cuestión de minutos.
¿Dispones de toda una noche para jugar? Pues es un buen momento para probar los títulos más pesados.
Pero me fui por las ramas. Volvamos a lo que estaba contando.
El hecho de jugar juegos de mesa se convertía en un círculo vicioso y nos hacía querer probar cada vez más y más. Así, nos poníamos de acuerdo para comprar determinados títulos y nos juntábamos a sacarles todo su jugo.
Estudiábamos las reglas, mirábamos videos explicativos y nos preparábamos con ansias para enfrentarlos.
Luego de un tiempo, me di cuenta de que había caído totalmente en las redes de este maravilloso mundo del cual no quería salir.
Mi relación con los juegos de mesa en el presente
En la actualidad, soy fanático de los grandes eurogames y de los juegos de estrategia.
Esos que pueden extenderse durante horas y en los que es necesario pensar cada uno de tus movimientos si quieres ganar.

Eso me ha llevado a probar muchos de los que, de acuerdo al ranking de la BGG, son los mejores juegos que existen: Gloomhaven, Terraforming Mars o Scythe.
Además, he conocido un montón de personas amantes de este mundo con las que, hoy en día, puedo compartir no solo esta afición, sino también una gran amistad.
De hecho, es con algunas de estas personas con las que decidí crear Juegodex, un proyecto del cual me siento muy orgulloso y que disfruto a cada instante.
Pero bueno, ya he hablado bastante de mí. ¿Qué relación tienes tú con los juegos de mesa? ¿Cómo ha sido tu camino por este mundillo? ¡Te leo en los comentarios!
También podría interesarte:
Si este artículo te resultó útil, puedes compartirlo utilizando los botones que se encuentran debajo y ayudarnos a llegar a más personas. ¡Gracias!
Deja una respuesta